Siesta

Era un aburrimiento mortal.

El silencio era cortado sólo por el canto o chillido de algún pajarito.

Sólo veía los barrotes de la cuna, las paredes y el techo del dormitorio… ¿o era la sala?, donde yo era colocado en la cuna.

Siesta. Período eterno de la tarde, que sólo finalizaba cuando alguno de los hombres de la casa volvía del trabajo o alguna de las mujeres entraba o salía por alguna compra.

A pesar de eso, verás en páginas futuras cuántas cosas me ocurrirían a la hora de la siesta…