Es un poco difícil referirme a «mi mamá», porque si hablo de mi madre biológica, prácticamente no sé nada de ella, ya que me dejó en un cesto de ropa sucia en el hospital donde nací… y huyó.
No la culpo por eso, pues ella tenía 15 años, era soltera y había ocultado el embarazo hasta el quinto mes.
Cuando su madre se enteró le dio una paliza (que yo recibí, dentro de su útero) que casi la hace abortar. Además, su madre la amenazó con echarla de la casa si se quedaba con el bebé ( o sea conmigo).
En aquella época, ser madre soltera era una deshonra, por eso mi madre me dejó en el hospital y huyó. Pero, por lo menos, me dejó vivir. (¿Será que eso fue bueno?, finalmente me pregunto).
Sea como fuere, me encontraron al otro día de haber nacido, casi muriendo de inanición y, una enfermera de esa maternidad tenía una cuñada que no podía tener hijos, así que esa cuñada decidió adoptarme.
Como la enfermera tenía un cierto grado de confianza o amistad con el director de la maternidad, forjaron mi nacimiento como hijo «legítimo» de quien fue mi madre adoptiva.
Así fue que mi nacimiento fue registrado el 31 de enero de 1955, cuando en realidad nací el 28.
Ya hablando de mi mamá adoptiva, tenía aires muy refinados, ella decía que tenía ascendencia francesa y fruncía la boca de una forma afectada para mostrar «fineza». Obviamente desentonaba en los ambientes familiares, donde la mayoría de los parientes eran italianos o descendientes de italianos y, como tal, su actitud era «ordinaria», según la óptica de mi mamá.
Mi papá solía decir que ella había nacido para ser princesa, ya que odiaba las tareas domésticas y cualquier responsabilidad, salvo vestirme, darme baño, limpiar mi trasero o cambiar los pañales y alimentarme.
Nunca, NUNCA ni mi papá ni mi mamá me dieron consejos, guía u orientación de cualquier tipo. Es triste, pero para mí fueron las personas que ayudaron a mi cuerpo a crecer -con lo cual sí estoy agradecido, a pesar de todo- , pero la relación paraba por ahí. Al contrario, más adelante narraré algunas cosas MUY desagradables por parte de ellos hacia mí y hacia otras personas también.
