Algo interesante es el hecho que yo entendía TODO lo que me decían, muchas veces quería contestar pero, como no sabía hablar, me sentía muy impotente balbuceando para responder e intentar que entendieran lo que yo quería decir.
Pero bueno, es parte del crecimiento. Mientras tanto, poco antes del año, comencé a dar mis primeros e inseguros pasitos.
Me sentía muy feliz de poder hacerlo, aunque esa etapa incluyó algunos «accidentes»… algunos realmente peligrosos.
Entre un año y los tres años de edad, tengo bastantes recuerdos, de los cuales contaré algunos.
