El trono, caída

Perdón por el anacronismo, pero escribo así como me vienen los recuerdos a la mente…

Cerca de los tres años de edad, mi mamá intentaba enseñarme a usar la «pelela» (taza de noche, bacinilla o escupidera, según la región.) Una tarde, casi noche, fui a hacer caca y cuando terminé, en vez de gritar inmediatamente llamando a mi mamá para que me limpie, no sé por qué razón, simplemente giré y miré hacia el «contenido» del «trono», con tan mala suerte, que perdí el equilibrio y caí con las dos manos dentro, embadurnándome de mi propia caca…. Me levanté llorando, asqueado y, alzando mis manos lejos de mi cara, fui corriendo mientras gritaba «-¡Mamá, mamá!».

¡Qué trauma me dejó ese momento! Mejor no poner ninguna imagen en esta página…