Tío Cholo y tía Lina

Nunca supe cuál era el verdadero nombre de tío Cholo. Era hermano de tía Delia y esposo de Lina.

Él era dueño de una fábrica de bicicletas, hasta donde yo sé. Voz de trueno y pocas pulgas, era muy fácil irritarlo.

Tía Lina era la imagen de una mujer absolutamente sumisa y obsesionada con la limpieza y el orden de la casa. Los chicos no podíamos entrar a la sala… en realidad, nunca vi a nadie entrar en la sala que estaba brillante y encerada como un palacio real. Aún para entrar en la cocina debíamos usar patines. Nunca comí nada hecho por ella. Muy misteriosa, también.

Ellos tenían 2 nenes: Ricardo y Laura, a saber, «Ricardito» y «Laurita». Con Laurita nunca hablaba ni jugábamos.
Con Ricardito nos íbamos a pasear por la vía muerta del tren y hablábamos mucho… pero no teníamos otro pasatiempo en común, ya que a mí nunca me gustó jugar a la pelota.

Una vez, cercad e navidad de no me acuerdo qué año, tío Cholo estaba cortando el césped con una cortadora manual, de este tipo:

Puedes ver que empujándola corta y, tirando de ella, o sea arrastrándola «marcha atrás», las láminas de corte no giran. Pero yo, queriendo «ayudar» y jugar, la empujé de la varilla que está a la izquierda de las cuchillas. Mi tío no me vio y, cuando sintió que no podía avanzar (pues yo la estaba sujetando), hizo un movimiento hacia atrás (que en realidad era hacia adelante) y con eso hizo girar las cuchillas, las que rápidamente hicieron un profundo corte en mis dedos índice y mayor de la mano derecha, que comenzaron a sangrar profusamente.

Yo empecé a los gritos  «- ¡Sangre!,¡sangre!«, con lo que mi tío se dio cuenta lo que había sucedido y me socorrió inmediatamente..

Pasé esa navidad con el brazo en cabestrillo, después de que me llevaran de urgencia al hospital… además del regaño que recibí.