Tío Tito

Alberto Félix Molinari. ¿Qué decir y qué no decir de él? Significó tanto, tanto en mi vida que siento una enorme deuda de gratitud con él.

Cuando se mudaron con mi tía «Tatata» del conventillo para la calle Rondeau, mi mamá me llevaba cada tanto a visitarlos y a veces se quedaba un par de días. Recuerdo que dormíamos en una de las camas del primer cuarto, contando desde la entrada.

El «Tioti», como yo lo llamaba nunca me negó atención, a pesar de que yo era un niño muy inquieto, curioso y carente de atención… de la que mis padres NO me daban, salvo la lectura del libro ¡UPA!. El Tioti tenía una increíble habilidad para hacer modelos de aviones y otras artesanías en madera. Tenía un pequeño tallercito (la redundancia es a propósito) en el primer piso, al lado del único otro inquilino de la casa: Benvenuto Míster, de quien hablaré en otro momento. En ese tallercito es donde mi tío (bah, mi primo en realidad) hacía sus milagros. Memostraba sus herramientas y me parecía mágica la forma en que trabajaba la madera, desde un pedazo informe, hasta su artesanía pintada y con detalles.


Pero otro aspecto que me impresionaba de él era su amor por el conocimiento, por el estudio. Él estudiaba medicina a la sazón, y tenía unos carísimos, gordos y maravillosos libros de anatomía que yo hojeaba con muchísimo cuidado y sólo en su presencia, pues tanía transparencias muy delicadas, mostrando los diferentes sistemas del cuerpo humano, con detalle de los nombres de todas y cada una de las partes. Supercomplicado!

Tembién tenía dos enciclopedias: una era de bastante fácil comprensión para mí, se llamaba «Enciclopedia Estudiantil»

Era encuadernada por él mismo.

De esa forma eran las tapas de cada tomo.
Así era el formato del contenido. Super ameno
Y de esa forma se presentaba cada fascículo, pues era del tipo coleccionable, aparecía un fascículo por semana en los quioscos.

Yo simplemente me pasaba horas y horas devorrando el contenido… de los artículos que despertaban mi interés.


También tenía otra enciclopedia, más «difícil», la Enciclopedia Estudiantil Superior,  de la que yo leía menos artículos, pues los tópicos eran mas… eruditos o avanzados.

El color era diferente recuerdo, pues él no había comprado las tapas: las había hecho él mismo.

 

También, él fue quien me enseñó, con mucha paciancia, a jugar ajedrez y damas, juegos de los cuales terminé sólo gustando del primero.

En definitiva, siento que debo a él mi amor por el conocimiento… si bien la curiosidad era propiamente mía, era innata en mí. Lo triste es que muchísimos años después él fue a visitarme a mi casa en San Andrés y, cuando lo vi, aproveché para decirle mi sentimiento de gratitud hacia él pero me decepcionó porque no la aceptó (la gratitud) y dijo que esa sólo mérito mío el haber desarrollado mi amor por el conocimiento. Aunque eso era verdad, él fue mi ejemplo e inspiración….


Él también tenía un «combinado» (tocadiscosy radio) y en él pasaba siempre discos de música clásica. En aquella época a mí me parecía aburrida y una vez que él me preguntó si me gustaba, le dije que prefería música más «alegre»… entonces él puso una música clásica más «alegre». En aquel momento no surtió efecto conmigo, pero años después yo sería un apasionado de la música «clásica».


Me siento obligado a narrar un vergonzoso episodio: El baño tenía una puerta de vidrio opaco granulado, que daba al patio. Entonces se podía ver la figura borrosa de quien se sentara en el inodoro, pues este estaba situado contra la pared del fondo, opuesta a la puerta de entrada.

El vidrio era de ese tipo

Un día, mi curiosidad (¡ah, esa curiosidad!) me llevó a querer espiarlo por la cerradura una vez que él estaba sentado en el «trono».

Pero hete aquí que él se dio cuenta y desde dentro me regañó con un grito que me puso los pelos de punta, más por la vergüenza de haber sido descubierto que por lo amenazador. Demás está decir que me alejé disparado, pero cuando salió no pude evitar el sermón consiguiente.

¡Qué bochorno!


Hay un par de anécdotas más involucrando al Tioti, que escribiré en las próximas páginas.