Un pequeño paréntesis, antes de continuar con mi vida actual después de haber nacido, para contarles que ese incidente de la golpiza me dejó algunas secuelas en mi cuerpo, además de secuelas psicológicas, lógicamente.
Dos incidentes anteriores, fueron mi concepción y las relaciones sexuales que mis padres biológicos mantenían mientras mi cuerpo se desarrollaba dentro del útero.
Tengo recuerdos celulares de mi concepción, como una explosión con una luz extremadamente brillante (lógicamente es sólo impresión celular, pues en la trompa de falopio no hay luz). Y un «rodar cuesta abajo» hasta llegar al útero e instalarme como cigoto.
